¿Qué es pignorar un préstamo y cuándo se hace?
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¿Sabes qué es pignorar un préstamo y cuándo se hace? Si necesitas financiación para un proyecto personal o profesional, esta opción puede ser la solución que estás buscando. Sin embargo, también tiene sus riesgos y sus implicaciones legales y fiscales. Por eso, en este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre pignorar un préstamo: qué es, cómo funciona, qué ventajas e inconvenientes tiene y cuándo te puede interesar.
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Pignorar un préstamo
Pignorar un préstamo es una forma de garantizar la devolución del dinero que nos ha sido prestado dejando un bien en prenda. Puede ser un vehículo, un depósito bancario, unas acciones o cualquier otro activo que tenga valor.
Al hacerlo, aumentamos nuestras posibilidades de conseguir el préstamo que necesitamos y podemos mejorar sus condiciones.
Pero también perdemos la disponibilidad del bien pignorado y podemos perderlo si no pagamos el préstamo.
¿Te parece complicado? No te preocupes, en este artículo te lo vamos a explicar todo con detalle y con ejemplos prácticos. Además, contamos con la opinión de los abogados de Asepyme expertos en el tema que nos darán sus consejos y recomendaciones. Así podrás tomar una decisión informada y acertada sobre pignorar un préstamo.
Ventajas de pignorar un préstamo
Según la opinión de uno de nuestros abogados, pignorar un préstamo tiene las siguientes ventajas:
- Puede facilitarnos el acceso al crédito. Si no tenemos suficiente solvencia o historial crediticio para obtener un préstamo, pignorar un bien puede ser una forma de demostrar nuestra capacidad de pago y aumentar nuestras posibilidades de conseguir la financiación que necesitamos.
- Puede mejorar las condiciones del préstamo. Al ofrecer una garantía adicional al prestamista, podemos negociar un tipo de interés más bajo, un plazo más largo o una cuota más asequible. De esta forma, podemos ahorrar dinero en el coste total del préstamo y adaptarlo mejor a nuestra situación económica.
- Puede ser más barato que un préstamo con garantía hipotecaria. Si pignoramos un bien que no sea un inmueble, como por ejemplo unas acciones o un fondo de inversión, podemos evitar los gastos asociados a una hipoteca, como los de tasación o gestoría. Además, al no tener que inscribir la pignoración en el Registro de la Propiedad, el proceso puede ser más rápido y sencillo.
Inconvenientes de pignorar un préstamo
Por otro lado, otro de los abogados de Asepyme nos advierte de los siguientes inconvenientes de pignorar un préstamo:
- Perdemos la disponibilidad del bien pignorado. Al dejar un bien en prenda como garantía de pago, no podemos disponer de él mientras dure el préstamo. Esto significa que no podemos venderlo, alquilarlo o cederlo a otra persona sin el consentimiento del prestamista. Si se trata de un activo financiero, tampoco podemos retirarlo o traspasarlo a otra entidad.
- Podemos perder el bien pignorado si no pagamos el préstamo. En caso de impago del préstamo con garantía pignoraticia, el prestamista puede ejecutar su derecho a quedarse con el bien pignorado y recobrar así su dinero. Si es un bien físico, lo sacaría a subasta pública; si es un activo financiero, lo vendería o liquidaría. En cualquier caso, perderíamos el valor del bien pignorado y podríamos tener que hacer frente a la diferencia si no cubre el total de la deuda.
- Podemos tener problemas fiscales si pignoramos un activo financiero. Según otro abogado de Asepyme, pignorar un activo financiero, como unas acciones o un fondo de inversión, puede tener implicaciones fiscales. Por un lado, si el prestamista lo vende o liquida para cobrar la deuda, tendremos que declarar la ganancia o pérdida patrimonial generada por la operación. Por otro lado, si el activo financiero nos sigue generando rentabilidad mientras está pignorado, tendremos que tributar por ella en el IRPF como rendimientos del capital mobiliario.
¿Cuándo interesa pignorar un préstamo?
Pignorar un préstamo puede ser una opción interesante en las siguientes situaciones:
- Cuando no tenemos suficiente solvencia o historial crediticio para obtener un préstamo. Si no contamos con unos ingresos regulares y suficientes, o tenemos un mal historial de crédito, pignorar un bien puede ser una forma de acceder a la financiación que necesitamos. Eso sí, debemos estar seguros de poder devolver el préstamo, ya que en caso contrario podríamos perder el bien pignorado.
- Cuando queremos mejorar las condiciones del préstamo. Si tenemos un bien que podemos pignorar y que no necesitamos usar o vender a corto plazo, podemos ofrecerlo como garantía adicional al prestamista y negociar unas condiciones más favorables para el préstamo. Así, podemos conseguir un tipo de interés más bajo, un plazo más largo o una cuota más asequible.
- Cuando queremos evitar los gastos de una hipoteca. Si tenemos un activo financiero que podemos pignorar y que nos sigue generando rentabilidad, podemos optar por un préstamo con garantía pignoraticia en vez de uno con garantía hipotecaria. De esta forma, podemos ahorrar los gastos asociados a una hipoteca y agilizar el proceso de concesión del préstamo.
Conclusión
Pignorar un préstamo es una forma de garantizar la devolución del dinero que nos ha sido prestado dejando un bien en prenda. Esta opción puede tener ventajas e inconvenientes, dependiendo del tipo de bien que pignoremos y de nuestra situación económica. Por eso, antes de decidirnos por esta alternativa, debemos consultar con un abogado experto en el tema que nos asesore sobre las implicaciones legales y fiscales de la operación.
¡Por cierto!
Si quieres saber más sobre pignorar un préstamo o necesitas ayuda para solicitar uno, no dudes en contactar con los abogados y economistas de nuestra consultoría financiera en Valencia. Te ofrecemos un servicio profesional, personalizado y de confianza. ¡Llámanos ahora!