Alta como autónomo o sociedad limitada ¿Qué me interesa?

Tal vez no sepas si te interesa más darte de alta como autónomo o sociedad limitada.

Te harás preguntas del tipo:

  • ¿Cuáles son los costes iniciales?
  • ¿Cuándo es menor mi responsabilidad?
  • ¿Dónde se paga menos seguridad social?
  • ¿Es más rápido darse de alta como autónomo o constituir una sociedad limitada?
  • ¿Cuándo se paga más impuestos?
  • ¿En qué casos se encarecen más los gastos de gestión?

En este articulo vamos a darte algunos datos que posiblemente te despejen estas dudas.

Autónomo o sociedad limitada

La mejor opción para el emprendedor alta autónomo o sociedad limitada

En España existen diversidad de posibilidades para darse de alta a la hora de ejercer una actividad. Aunque si nos vamos a la estadística vemos que más del 95% de los empresarios o profesionales lo hacen como empresarios individuales (coloquialmente llamados autónomos) o constituyen una sociedad limitada.

Si sigues estos consejos no vas a tener el éxito garantizado como emprendedor, pero te vas a ahorrar algún que otro dolor de cabeza.

Hacerse Autónomo o Sociedad Limitada ¿Qué interesa más?

Esta es la pregunta clave que se hace todo emprendedor.

Aunque la pregunta en si no esta bien planteada, pues si uno constituye una sociedad limitada habitualmente también se da de alta como autónomo.

Por lo que la pregunta correcta seria: ¿Me doy de alta como empresario individual o constituyo una sociedad?.

No existe ningún método que permita determinar con total exactitud el tipo de forma jurídica más adecuado para constituir tu empresa, pues depende de muchos factores personales, económicos, etcétera, que influyen en la toma de esta espinosa decisión.

No obstante si que hay ciertas pautas y razones que te pueden ayudar a la hora de elegir la forma jurídica para darte de alta que mejor se ajusta a tus necesidades.

» Algunos criterios son determinantes a la hora de darse de alta, y se deben de analizar uno a uno.

¿Qué has de evaluar antes de tomar la decisión?

Son distintos los factores que pueden hacernos decidir elegir una forma jurídica u otra, pero vamos a intentar resumir los más importantes.

  • Costes alta o constitución. Tramitar tu alta como empresario individual te va a resultar mucho más económico que constituir una sociedad y al mismo tiempo va a ser mas sencillo. Si constituyes una sociedad los costes serán superiores, pues tendrás que pagar honorarios de Notario, Registro Mercantil, etc. Si accedes a un punto PAE los trámites o gestión te puede salir gratis.
  • Responsabilidad. La principal desventaja de ser empresario individual es que respondes con tu patrimonio por todas las deudas que puedas contraer con terceros (bancos, financieras, acreedores, proveedores, empleados, etc.). A diferencia de que si constituyes una sociedad es esta quien responde frente a ellos con su patrimonio. En la sociedad limitada en principio tu responsabilidad se limita a tu aportación inicial a la misma en el momento de su constitución.
  • Tiempo en tramitar el alta. El alta como empresario individual se puede cursar en menos de 24h.  En el caso de una sociedad suele demorarse más de una semana, ya que se ha de solicitar la denominación social al Registro Mercantil Central, redactar  estatutos, comparecer ante el notario para la firma, etc.
  • Gastos de gestión. Los gastos de asesoría o gestoría por llevar la contabilidad, confeccionar las declaraciones, etc. son inferiores como empresario individual. El principal motivo es que la contabilidad de un empresario individual es mucho más sencilla y menos laboriosa que la de una sociedad. Aunque siempre puedes contratar un servicio de asesoría online con lo que los gastos se reducirán sustancialmente.
  • Pago de impuestos. Este puede ser un factor determinante si tenemos unas previsiones de los beneficios que esperamos obtener. La diferencia radica en que el empresario individual tributa por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que la sociedad tributa por el Impuesto sobre Sociedades (IS). El IRPF es un impuesto progresivo, es decir, que en la medida en que aumentan los beneficios el porcentaje a pagar es mayor, puede incluso llegar al 47%. Mientras que en el IS se paga un tipo fijo que dependiendo de una serie de circunstancia oscila entre un 20% y un 25% de los beneficios. La elección no debe de ceñirse al tipo impositivo, pues aquí va a ser determinante si uno quiere dejar los beneficios en la sociedad o prefiere retirarlos vía nomina o dividendo, para hacer el uso que considere, tributando en tales casos a distintos tipos impositivos. Si finalmente se retiran todos los beneficios via dividendos, las diferencias de empresario individual o sociedad no son sustanciales desde el punto de vista impositivo.
  • Coste seguridad social. Desde la aprobación de la tarifa plana de 60 auros, durante los dos primeros años la cuota de autónomos era bastante más baja en el caso de un empresario individual que si se ejercía la actividad en una sociedad, lo que podía suponer un ahorro de casi 3.500 euros. Pero en septiembre de 2020, la Subdirección General de Ordenación e Impugnaciones de la Tesorería General de la Seguridad Social ha emitido un escrito en el que dice que los autónomos societarios sí pueden beneficiarse de la tarifa plana, al reconocer la existencia ya de doctrina jurisprudencial. Por lo que en principio esto no tiene porque influir en la decisión.
  • Imagen. En la actualidad se han puesto muy de moda las sociedades, parece que dan una imagen de empresa más grande y seria, más profesional que la de un empresario individual, y esto puede ayudar a la hora de transmitir confianza tanto a clientes como a proveedores.
  • Aportación inicial. Darse de alta como empresario individual no requiere de ningún desembolso o aportación inicial, en contrapartida si se constituye una sociedad para su constitución se requiere un desembolso mínimo de 3.000 euros. Esta cantidad se deposita en una entidad bancaria previamente a la constitución, pero una vez la sociedad esta inscrita en el Registro Mercantil se puede disponer de ella para atender gastos de la entidad. Aunque también cabe la posibilidad de aportar bienes y no tener que desembolsar dinero para la constitución. Y otra opción es que siempre se puede recurrir a la Sociedad Limitada de Formación Sucesiva.
  • Financiación. Aquí lo determinante va a ser las garantías que se pueden aportar, pues aunque las sociedades cuentan con mayor facilidad para acceder a obtención de financiación (préstamos, líneas de descuento, etc.), ya que dispone de una contabilidad más transparente, lo normal es que al ser entidades de nueva creación, la entidad bancaria requiera un aval o garantía, principalmente del socio o socios.

» No existe una fórmula que permita determinar con total precisión el tipo de forma jurídica más adecuadoal emprender

Recomendación: Empieza como empresario individual.

Si decides asociarte con uno o más socios, lo mejor seria que constituyáis una sociedad limitada, pues con ello evitareis ante todo responsabilidades.

La experiencia después de 35 años nos demuestra que con el tiempo en la mayoría de los casos se termina teniendo problemas si no se tiene un buen pacto de socios redactado con anterioridad a la constitución.

Si lo que quieres es dar una imagen de empresa más grande y seria, más profesional, también puede resultar interesante constituir una sociedad.

Salvo por los motivos anteriores nuestra recomendación es que inicies la actividad como empresario individual (coloquialmente llamado autónomo), te acojas a la tarifa plana, solicites la tramitación a un punto PAE y contrates un servicio de asesoría online, pues esta es la manera más sencilla y barata de emprender. Y en la medida en que vayas creciendo, si estás bien asesorado podrás decidir si cambiar a una sociedad limitada en su dualidad de modalidades (normal o unipersonal).

Video entrevista radio «autónomo vs. sociedad limitada»

Criterios para elegir entre SL o Autónomo

Como te decía, no existe una fórmula que permita determinar con total exactitud el tipo de forma jurídica más adecuado para constituir tu empresa. No obstante existen una serie de factores económicos, personales y comerciales determinantes a la hora de elegir una u otra opción.

Aunque lo que si que hay son ciertos criterios que te pueden ayudar a la hora de elegir como darte de alta.

Los principales criterios se podrían resumir en:

  • Responsabilidad.- Una de las principales desventajas del empresario individual respecto a la SL es su responsabilidad ilimitada. El empresario individual responde con su patrimonio personal por las deudas frente a terceros. En el caso de la sociedad su responsabilidad está limitada al capital social aportado por el socio a la entidad.
  • Coste constitución.- Los costes y trámites de la constitución de una sociedad son mas caros y complejos que darse de alta como autónomo. El alta de autónomo no lleva más de 24h, mientras que constituir una sociedad necesita de un proceso que puede suponen varios días.
  • Gastos de gestión.- La gestión de una SL es mas cara que la de un autónomo. Normalmente los costes de asesoría de una sociedad son más caros que los de un empresario individual. Además la sociedad tiene ciertas obligaciones como son presentar las cuentas, los libros, etc., en el registro mercantil, y el autónomo no lo tiene.
  • Constes seguridad social.– La cuota de autónomo como empresario individual o societario, si se cumplen determinado requisitos puede salir por unos 60€/mes el primer año. Y el segundo y tercer año tienes bonificaciones de entre el 50% y 30% respectivamente.
  • Gastos constitución.- Cuando se constituye una sociedad se debe aportar un capital mínimo de 3.000€. Mientras que al darse de alta como persona física no es preciso aportación alguna.
  • Impuestos a pagar.- La principal diferencia es que el autónomo tributa por el IRPF (impuesto progresivo). A mayores beneficios, mayor tipo de tributación. La sociedad tributa salvo excepciones a un tipo del 25% por el Impuesto sobre Sociedades.
  • La financiación.- Las personas físicas o empresarios individuales tiene menos facilidad para obtener financiación. Aunque desde mi punto de vista ¡No lo entiendo!. Pues al final si uno constituye una sociedad y solicita un crédito, termina avalando él a la entidad.
  • La imagen comercial.- Normalmente salvo que se tenga una marca personal reconocida, la imagen de una SL resulta mas profesional. Da la apariencia de una empresa mas grande y solvente a nivel comercial.

“Emprender no es ni una ciencia ni un arte. Es una práctica”.- Peter Druker

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Esperamos que este articulo te haya ayudado a decidir si de darse de alta como empresario individual (autónomo) o constituir una sociedad. Si deseas alguna aclaración con más profundidad aplicada a tu caso concreto, en ASEPYME estaremos encantados de ayudarte. No lo dudes, contacta con nuestros abogados.